La Historia de Santa Narcisa de Jesús
Conoce la Vida de Santa Narcisa por medio de estos Audios realizados para ustedes, fieles devotos.
1 - Los inicios
2 - Una dura prueba
3 - Un refugio seguro
4 - Un ejemplo a seguir
5 - Hacia la gran ciudad
6 - Camino a guayaquil
7 - En su primera casa en Guayaquil
8 - Vida diaria de narcisa
9 - Amor activo y escondido
10 - Cambio de vivienda
11 - Cambio de director espiritual
12 - Narcisa y Mercedes molina en la misma casa
13 - Influencia de los padres jesuitas
14 - Vuelve el antiguo director espiritual
15 - Narcisa va a cuenca
16 - Narcisa vuelve a guayaquil
17 - Actitudes espirituales
18 - Volviendo a la casa de los inicios
19 - Hacia la unión definitiva con jesús
20 - Si quieres ser santa, ándate al patrocinio
21 - Llegada al beaterio
22 - Crecimiento en el espíritu
23 - Camino hacia la muerte
24 - Al encuentro del amado
25 - Funeral y hechos extraordinarios
26 - Lima se conmueve con la noticia
27 - Información oficial sobre su muerte
28 - Repercusiones alrededor de su muerte
29 - El recuerdo de narcisa se conserva
30 - El regreso a su tierra natal
31 - Una devoción que no termina
32 - Una historia que no termina
Descubra los acontecimientos que marcaron la vida de Santa Narcisa, cuya existencia en todas sus facetas, es una descripción del deseo de libertad y de santidad propios de la condición humana, que encuentra su plena realización sólo en Dios.
A los pies del altar de Nobol, es fácil para el corazón de cada uno de nosotros despertar del sueño de tantas falsas ilusiones al deseo de la santidad, del abrazo de Dios que nos alcanza en la sonrisa de Narcisa. De allí, a arrodillarse en el confesionario para acoger el don de la misericordia que, perdonándonos, nos vuelve a nosotros mismos, el paso breve.
Sí la santidad de Narcisa, como la de todos los Santos, es la manifestación del Amor donado y acogido. Reconocerse amados y aceptar ser amados: creo que ser santos signifique sencillamente esto.
Con Narcisa, Jesús ha logrado cumplir lo que espera poder llevar a cabo en cada uno de nosotros. Por esto nos ha hecho suyos en el Bautismo. Suyos, a saber cristianos, Narcisa diría:»de Jesús», como ella ha querido llamarse. Narcisa de Jesús, esto es, Narcisa «cristiana». Narcisa, como nosotros.
«Tomado del Prólogo del libro Vida y Espiritualidad de Santa Narcisa de Jesús.»